“Nunca olvides que la justicia es la manifestación del amor en público”. Cornel West

Mi nombre es Danielle Ancin y soy la nueva Coordinadora para el Desarrollo de Emprendedoras de Prospera. ¡En mis primeras semanas en Prospera, me di cuenta de que algo tan simple como un nombre a veces es motivo de conversación!

Mi nombre original es Danielle, pero en mis años viviendo y trabajando en el extranjero me acostumbré a responder al nombre Daniela. Me encanta la forma en que Daniela captura la raíz de mi nombre, así como mi género en contextos de habla hispana. Como se puede deducir, no soy latina. Soy una mujer blanca, nativa del Área de la Bahía, bailarina y amante de los idiomas, con una fuerte orientación hacia la justicia.

Pasé la mayor parte de mis 20 viviendo en otros países, y no pensé que volvería a los Estados Unidos. Pero mientras trabajaba en Colombia en programas de asistencia humanitaria, descubrí que mi pasión no radicaba tanto en el trabajo “desarrollo” internacional, sino más bien en la curación de traumas a causa de conflictos, desastres y violencia estructural.

Regresé al Área de la Bahía y pasé los siguientes ocho años trabajando con el Instituto Niroga, compartiendo técnicas de mindfulness (atención plena) para la sanación del trauma con jóvenes encarcelados, maestros y estudiantes. Durante ese tiempo, aprendí mucho sobre mi propia identidad racial y la historia del racismo sistémico en los Estados Unidos. Deseando centrar la justicia racial en mi trabajo, comencé un negocio con mis colegas para promover la equidad racial y la curación de traumas en empresas dedicadas al bienestar y organizaciones sin fines de lucro.

Ahora estoy en mi tercer año como emprendedora, ¡y ha sido una lucha! He hecho malabarismos con trabajos secundarios inestables para hacer espacio a mi negocio, lidiando también con inestabilidad financiera, de vivienda y mucho estrés. Me di cuenta de que necesitaba reevaluar mi enfoque y cuidarme mejor. Fue entonces cuando encontré Prospera.

Ahora me encuentro en una organización donde puedo aplicar mi experiencia empresarial para apoyar a otras mujeres; donde se hace eco de mis valores de educación popular y justicia social; donde me siento inspirada por todas las mujeres que me rodean; y donde siento una calidez y un espíritu colectivo que evoca a mis experiencias trabajando en América Latina. Es un lugar donde puedo contribuir y profundizar mis conocimientos en sistemas de evaluación de programas, facilitación grupal y promoción del bienestar en todas las culturas. Y lo mejor de todo, es que sé que en Prospera estamos construyendo el tipo de mundo en el que quiero vivir: un mundo de colaboración, bienestar y justicia. 

Para saber más de Danielle puedes consultar nuestra website.

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