Para María Inés Dávalos, la danza siempre ha sido más que una forma de arte: es una forma de vida. Desde joven, soñó con una carrera en el mundo del movimiento y completó una licenciatura en danza folclórica mientras vivía en México. Pero al mudarse a EE.UU., puso ese sueño en pausa para enfocarse en la maternidad.  

No fue hasta la pandemia que se reconectó con la danza de una manera inesperada. Inscribió a su hijo, quien tiene TDAH, en un taller de movimiento terapéutico con la esperanza de que lo ayudara en su desarrollo. En cambio, la experiencia despertó algo dentro de ella. Inspirada, tomó un curso de danza folclórica diseñado para niños con diferentes habilidades, marcando un punto de inflexión en su vida. Después de años alejada, volver a bailar se sintió como regresar a casa.  

Pero esta vez, María Inés quería más. No solo estaba retomando la danza; sentía que había algo más que podía hacer con el movimiento. En esa misma época, un episodio de pódcast la impactó: hablaba de cómo muchas personas abandonan los sueños de su infancia. Se dio cuenta de que el movimiento siempre había sido el centro de su identidad, desde la danza hasta la gimnasia y cualquier forma de expresión física. Alguna vez soñó con ser bailarina, y ahora tenía la oportunidad de hacerlo realidad. 

María Inés conoció Prospera a través de una colaboración con el Consulado de México y Renaissance. Al escuchar a otras latinas emprendedoras compartir sus experiencias, supo que quería ser parte de una comunidad como esa. Aunque al principio los horarios no le permitieron participar de lleno, asistió a eventos en vivo siempre que pudo. Cuando finalmente se unió al programa Crece Comunidad, encontró exactamente lo que necesitaba: un espacio diseñado por y para mujeres, con recursos, mentoría y apoyo para convertir su visión en un negocio próspero.  

Uno de sus mayores aprendizajes fue el manejo de herramientas digitales para administrar su negocio. Antes, organizar sus finanzas era un reto, pero con el apoyo de asesoras, adquirió confianza en la contabilidad y en establecer el precio de sus servicios. La oratoria, otro desafío inicial, se convirtió en una fortaleza: ahora comunica su valor con claridad y ha podido ajustar sus tarifas acorde a su experiencia.  

Su forma de coordinar eventos también evolucionó. Al principio, dependía de los DJs para transmitir mensajes a los bailarines en las celebraciones de quinceañeras, pero ahora toma el liderazgo y asegura una comunicación fluida. Aprender a usar Canva ha sido otro cambio clave, permitiéndole crear y gestionar su propio contenido en redes sociales.  

Para María Inés, el éxito no se trata solo de construir un negocio, sino de crear un espacio inclusivo donde la danza sea para todos. Su sueño es establecer una casa de las artes, un lugar que combine un estudio de danza, un salón de eventos y una pequeña tienda, todo centrado en el movimiento y la creatividad. Más que un negocio, quiere que sea un punto de encuentro para la comunidad, ofreciendo becas para que más personas puedan acceder a la danza.  

La accesibilidad es la esencia de su trabajo. Ofrece clases de prueba a precios accesibles y sin necesidad de vestimenta especial. Su enfoque personalizado también se refleja en la coreografía para quinceañeras: cada proyecto se adapta a las necesidades de sus clientas, comenzando con una consulta gratuita para diseñar un plan a medida.  

Uno de los programas más significativos que ha desarrollado es “Danzability”, una clase inclusiva donde personas de todas las habilidades pueden explorar el movimiento a su propio ritmo. Muchos participantes inician con timidez, pero conforme se sienten más cómodos, comienzan a expresarse con confianza. Para quienes lo desean, incluso existe la posibilidad de presentarse en el escenario, un momento de orgullo y alegría pura.  

A futuro, María Inés sueña con expandir su trabajo en centros para personas con discapacidad, incorporando terapia de juego y sesiones de movimiento diseñadas para diversas necesidades. Su misión es clara: hacer que la danza y la expresión creativa sean accesibles para todas las personas, asegurando que el movimiento siga siendo una fuente de alegría, sanación y conexión a cualquier edad.  

Conoce más sobre el trabajo de María Inés y sus próximas clases.

Historias como la de Maria Inés son posibles gracias al apoyo de California Office of Small Business Advocate.

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